En los días 04 y 06 de octubre el Instituto Terroá, una asociación brasileña, realizó por primera vez un Estopim en España, en la ciudad de Valencia. Estopim (en español “Chispa”) es una herramienta – un juego – de compromiso ciudadano para la construcción de soluciones colectivas. El método trata de crear acciones puntuales de intervención con el objetivo de causar un impacto visual y estructural en espacios territoriales y comunitarios, resignificándolos como espacios colectivos e impulsando intercambios y relaciones allí existentes.

Inspirada en la herramienta desarrollada por Terroá, la “Jornada de Dinámicas Eco-Sociales” fue concebida como una actividad práctica parte del máster en Economía Social de la Universidad de Valencia, realizado por los/as facilitadores/as, y desarrollada en conjunto con el Cabanyal Horta, un proyecto agroecológico para la recuperación del espacio público conocido como “El Clot”, y la APEC Món Baraka Nou Circ, un circo social que utiliza su arte como medio de inclusión social, ambas asociaciones actuantes en el barrio del Cabanyal de Valencia.

En un primer momento, el Terroá se acercó a diversos actores locales para comprender el contexto territorial, teniendo en cuenta una mirada especial a las potencialidades del barrio. El Cabanyal es un antiguo barrio de marineros situado en la zona portuaria de la ciudad, conocida por albergar a moradores de origen gitano en situación o riesgo de vulnerabilidad, siendo que buena parte de esas familias ocupa el “El Clot” – un antiguo bloque portuario ubicado frente a la Horta del Cabanyal. Razón por la cual, la huerta fue vista como un espacio oportuno de convivencia y activación social y ambiental.

En el huerto comunitario, el Estopim tuvo dos principales objetivos: fomentar talleres educativos de concientización ambiental y descarte de residuos relacionados con la recuperación y la limpieza de la huerta, así como promover la huerta como un espacio de uso social y comunitario.

En la primera etapa, el Terroá facilitó una dinámica en la huerta con jóvenes entre 15 y 17 años, de mayoría gitana, del Colegio Santiago Apóstol del Cabanyal. Nuestros/as facilitadores/as condujeron un quizz interactivo de preguntas y respuestas sobre los impactos de diferentes residuos en el medio ambiente. Después, realizaron un juego cooperativo para limpieza de la huerta, movilizando el grupo para la recolección y el correcto descarte de los materiales que habían sido depositados allí. Al final, los jóvenes quedaron bastante satisfechos con el resultado y demostraron compromiso con el mantenimiento de la huerta.

La segunda etapa del Estopim movilizó un día de ócio y actividades lúdicas construidas en conjunto con las instituciones locales. La jornada tuvo el propósito de concientización del espacio público, de la tierra y de cómo cuidarla, en un día orientado especialmente para los/as niños/as. Hubo espectáculo del circo social, talleres de malabares sostenibles y concientización ambiental, encerrando con una tradicional paella valenciana colectiva.

Para Larissa Moura, Asistente de Proyectos de Terroá y facilitadora del Estopim en Valencia, las intervenciones lograron dar más visibilidad al espacio de la huerta y resignificar su ocupación social de forma endógena, sostenible y creativa y, por lo tanto, fueron un éxito: “Nos quedamos realmente ilusionadas con el resultado expresado en ese Estopim, sobre todo porque fue la esencia de un proyecto (co)construido a varias manos y de forma muy observadora y orgánica dentro, con y para el barrio, con actores locales clave que articularon durante ese proceso, por eso vemos que fue fruto de bastante mirada, escucha, atención, participación y afecto”.

 

 

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